sábado, junio 25, 2005

El porque del crisol

Desde hace demasiados años el desarrollo de una alternativa al aprendizaje de las ciencias me ha dejado incomodo por la carencia de alternativas, tanto en el mercado como en las ideas implementables, me ha dado un desasosiego impresionante.

Durante años de pruebas he notado que las limitaciones en el aprendizaje están basadas en la incomprensión de los conceptos y su aplicabilidad, razón por la cual he tratado de crear alternativas didácticas para estimular a los estudiantes en las vías del razonamiento.

Como profesor mi deseo es poder volcar en estas páginas algunas ideas que he elaborado o recopilado y algo de los valiosos y novedosos aportes que se han incorporado en materia de tecnologías educativas.

Sabemos que la Matemática es un modo de pensar, un estilo de razonar; además tiene una particularidad: la de servir para resolver una vasta cantidad de problemas. De ciencias físicas, de ciencias naturales, de economía, de administración, del comercio, de la industria, de la vida diaria. Como ciencia axiomática deductiva y como ciencia aplicada es un campo abierto a la exploración y a la investigación y todos los días se producen ideas nuevas y fecundas. Los profesores de matemáticas… no somos matemáticos, tratamos de ser artesanos de su enseñanza. Estoy consciente de que son tiempos de grandes cambios, de una evolución tecnológica tan rápida, que es muy difícil decidir qué enseñamos y cómo lo enseñamos. Debemos preparar a nuestros alumnos para su inserción en la sociedad; esto es, entre otras cosas, ayudarlos a formar una actitud independiente que les permita evaluar hechos y elegir caminos. Creo que desde la escuela en forma sistemática, los profesores tenemos el compromiso de tratar de que sean capaces de:

• Leer textos e interpretarlos.

• Familiarizarse con el lenguaje matemático.

• Traducir un mensaje coloquial a una expresión matemática donde se pongan de manifiesto las premisas establecidas y los resultados a obtener.

• Elaborar sus propias estrategias de resolución.

• Sentirse estimulados para verbalizar los caminos empleados para llegar a la meta.

• Realizar intercambios de interpretaciones de enunciados y estrategias utilizadas.

• Lograr una actitud positiva hacia lo novedoso. • Decidir si cuentan, o no, con suficientes herramientas como para encarar el problema, de no ser así, saber a qué fuentes de información confiables pueden recurrir.

• Adquirir contenidos matemáticos y lógicos. Creo que la resolución de problemas es un posible camino hacia estos objetivos. Este tipo de trabajo es valioso porque logra integrar en un todo armonioso los polos alrededor de los que gira la enseñanza: los contenidos y los procesos.

Por último quiero transcribir algo que me parece de una riqueza y una actualidad muy grandes, sobre todo porque fue escrito hace 55 años. Se trata del prefacio de la primera edición en inglés del libro: "Cómo plantear y resolver problemas", de G. Polya.

"Un gran descubrimiento resuelve un gran problema, pero en la solución de todo problema, hay cierto descubrimiento. El problema que se plantea puede ser modesto; pero, si pone a prueba la curiosidad que induce a poner en juego las facultades inventivas, si se resuelve por propios medios, se puede experimentar el encanto del descubrimiento y el goce del triunfo. Experiencias de este tipo, a una edad conveniente, pueden determinar una afición para el trabajo intelectual e imprimirle una huella imperecedera en la mente y en el carácter. Por ello, un profesor de matemáticas tiene una gran oportunidad. Si dedica su tiempo a ejercitar a los alumnos en operaciones rutinarias, matará en ellos el interés, impedirá su desarrollo intelectual y acabará desaprovechando su oportunidad. Pero si, por el contrario, pone a prueba la curiosidad de sus alumnos planteándoles problemas adecuados a sus conocimientos, y les ayuda a resolverlos por medio de preguntas estimulantes, podrá despertarles el gusto por el pensamiento independiente y proporcionarles ciertos recursos para ello. Un estudiante cuyos estudios incluyan cierto grado de matemáticas tiene también una particular oportunidad. Dicha oportunidad se pierde, claro está, si ve a las matemáticas como la materia de la que tiene que presentar un examen final y de la cual no volverá a ocuparse una vez pasado éste. La oportunidad puede perderse incluso si el estudiante tiene un talento natural por las matemáticas, ya que él, como cualquier otro, debe descubrir sus capacidades y aficiones; no puede saber si le gusta el pastel de frambuesas si nunca lo ha probado. Puede descubrir, sin embargo, que un problema de matemáticas puede ser tanto o más divertido que un crucigrama, o que un vigoroso trabajo intelectual puede ser un ejercicio tan agradable como un ágil juego de tenis. Habiendo gustado el placer de las matemáticas, ya no las olvidará fácilmente, presentándose entonces una buena oportunidad para que las matemáticas adquieran un sentido para él, ya sean como pasatiempo o como herramienta de su profesión, o su profesión misma o la ambición de su vida"

Es claro que Todos hemos tenido la suerte de conocer a personas que de uno u otro modo han inferido preguntas y respuestas en nuestra vida. Algunos han sido profesores, otros amigos e incluso algún borrachín sumergido en misteriosos y lúgubres tugurios que tratamos de olvidar.

Cada persona nos da un punto de vista, y de nosotros depende el aprender de ellos, ya sea como Modelo o como norma.

Este trabajo, que más que un esfuerzo es una deuda. Y mi obsesión es pagarla.

Esta va por mi padre.

1 comentario:

Vida, Arte e Ecologia dijo...

Parabens pelo BLOG. Seu interesse em utilizar a internet para auxiliar seus alunos revela que és mais que um simples professor, mas um mestre dedicado. Leia meu modesto blog: htpp//vidarteecologia.blogspot.com/

Saudações do José J Azevedo